
Todos nosotros, de una manera u otra, sentimos que estamos comenzando a vivir los tiempos del Apocalipsis. Todos sentimos la guerra. Cada día hay más erupciones volcánicas, la polución generada por nuestra tecnología se ha vuelto alarmante. Hemos debilitado la capa de Ozono que nos protege de las radiaciones del Sol. Hemos contaminado el planeta con nuestros desechos industriales y basuras. La devastación de los recursos naturales esta acabando con las fuentes de agua, con el aire que respiramos. El clima ha cambiado y las temperaturas han aumentado de manera impresionante; los glaciares y nevados se derriten, grandes inundaciones se suceden en todo el mundo. Enormes tornados pusieron en peligro a Florida y gigantescos huracanes devastaron a Centroamérica.
Nos amenaza el caos informático. La pobreza generalizada por los efectos del caos económico se sienten en casi todos los países del mundo. Todos buscamos respuestas y un camino seguro para los tiempos que vivimos. Reconocemos, a partir de los problemas que enfrentamos a diario, que no estamos viviendo en armonía.
Muchas religiones elaboraron profecías acerca de lo que esta pasando. La Biblia anunció que cuando todos estos hechos sucedieran al mismo tiempo estarían llegando los tiempos del Apocalipsis. Los mayas sabían que esto iba a suceder exactamente en estos tiempos, por eso dejaron unas guías para que cada uno de nosotros de manera individual contribuya a llevar a la humanidad hacia el Amanecer de la Galaxia, a una nueva Era en la que no habrá más caos ni destrucción.
Nos dejaron siete profecías en las que hablan de sus visiones del futuro, de nuestro presente. Están basadas en las conclusiones de sus estudios científicos y religiosos sobre el funcionamiento del Universo.

Basados en sus observaciones, los mayas predijeron que a partir de la fecha inicial de su civilización, desde el 4 Ahau 8 Cumku, es decir, desde el año 3113 aC, 5.125 años en el futuro, o sea, el SÁBADO 22 DE DICIEMBRE DE 2012, el Sol, al recibir un fuerte rayo sincronizador proveniente del centro de la galaxia, cambiará su polaridad y producirá una gigantesca llamarada radiante. Para entonces la humanidad debe estar preparada para atravesar la puerta que nos dejaron los mayas, trasformando a la civilización actual basada en el miedo en una vibración mucho más alta de armonía.
Pero solo de manera individual se puede atravesar la puerta que permite evitar el gran cataclismo que sufrirá el planeta para dar comienzo a una nueva Era, un Sexto Ciclo del Sol. Los mayas aseguraban que su civilización era la quinta iluminada por el Sol, Kinich-Ahau, el gran Quinto Ciclo Solar. Antes habían existido sobre la tierra otras cuatro civilizaciones que fueron destruidas por grandes desastres naturales. Creían que cada civilización es sólo un peldaño en el ascenso de la consciencia colectiva de la humanidad.
Para los mayas, en el último cataclismo la civilización había sido destruida por una gran inundación -¿el Diluvio Universal de la tradición judeo-cristiana?- que dejó unos pocos sobrevivientes de los cuales ellos eran sus descendientes.
Pensaban que al conocer el final de esos ciclos, muchos seres humanos se preparaban para lo que verían y que gracias a eso habían logrado conservar sobre el planeta a la especie pensante, el hombre. Nos dicen que el cambio de los tiempos permite ascender un peldaño en la evolución de la consciencia, dirigirnos hacia una nueva civilización que manifestará mayor armonía y comprensión para todos los seres humanos.
Fuente gracias a: http://www.espinoso.org/biblioteca/ProfeciasMayas.htm
Fotografía gracias: http://www.ahaunet.com
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